¿Sabes cuál es la parte más importante de un artículo?
El título.
Si el título de tu post no es atractivo, poco importa lo que escribas dentro de él. Por lo tanto, si tienes problemas para escribir títulos que funcionan entra aquí y cierra este post.
¿Y después del título qué es lo más importante? La primera frase, la segunda, la tercera y, en general, la introducción.
¿Por qué? Porque la lectura de un post se hace en forma de F:
- El título del post.
- La introducción.
- Los encabezados.
- El final del post y su call to action.
Si tu introducción es pésima, da igual que lo hayas dado todo en el resto del post… nadie lo va a leer.
Pero eso a ti no te va a pasar nunca más porque hoy te voy a enseñar 7 formas de comenzar un post con buen pie y conseguir que tus lectores se enamoren a primera vista.
No te voy a convertir en Charles Dickens, pero tampoco hace falta 😉
#1 Comenzar con un dato interesante
7 de cada 10 blogs en castellano no superan las 100 visitas al día.
Si empiezo un post sobre visibilidad diciendo eso, tengo tu atención porque lo más probable es que tú formes parte de ese 70%.
Empezar con un dato interesante siempre funciona. Eso sí, recuerda que tiene que ser INTERESANTE:
- No debe ser un dato que sabría hasta mi padre.
- No debe ser un dato que sea de conocimiento común en tu nicho.
- Debe tener una relación total con lo que vas a tratar en tu post (o no).
¿O no? Sí, puedes utilizar un dato de una temática totalmente distinta a la tuya para comenzar un post y enlazarlo posteriormente.
Por ejemplo, yo podría comenzar este post con algo como:
Un 60% de las personas que comienzan una carrera popular nunca la terminan.
Y tú te preguntarás «¿qué tiene que ver eso con la introducción de un post?». Y entonces tendría tu atención para el resto de la intro, mezclando el concepto de acabar una carrera con leer un post al completo.
Al final no necesitas un dato 100% interesante de tu nicho, sino un dato que sea interesante y que sirva para enlazar con tu contenido sin importar de qué nicho sea.
#2 Empezar contando una historia
Todos amamos el storytelling.
Nos encanta que nos cuenten historias y, por mucho que crezcamos, seguimos siendo niños con ganas de leer historias. Si no fuera así, los libros de ficción no seguirían vendiéndose como churros.
Tú puedes, y debes, usar las historias para las introducciones de tus posts.
Por ejemplo, en vez de explicar «Cómo crear un blog en 7 pasos» y contar los pasos como hace todo el mundo, podrías explicarlo poniéndote bajo la piel de una persona ficticia que va haciéndolo todo paso a paso.
Hoy no te voy a contar cómo crear un blog en 7 pasos, te voy a contar la historia de María. La historia de una estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas que pasó de no saber ni qué era WordPress a dominarlo y crear un blog que le generaría, en un futuro, más de 1.000€ al mes.
María es ficticia, toda esta historia es ficticia… pero a tu lector le va a gustar más que si le dices «Hola, aquí vengo a decirte los mismos 7 pasos que te cuentan en todos los posts de forma sistemática y aburrida».
Crea tu post como un cuento con su introducción (introducción del post), nudo (7 pasos) y desenlace (final feliz de la historia de María).
#3 Utilizar una metáfora
Crear un post es como cocinar tu plato preferido…
En sectores en los que no se puede explicar todo de forma «vívida» y gráfica, es una buena idea comenzar con metáforas.
Por eso en muchísimas introducciones de posts vas a ver metáforas sobre todo de cocina y deporte. Son 2 elementos que están presentes en nuestro día a día, fáciles de imaginar y que llaman nuestra atención.
Visualizar el «crear un post» es difícil. Pero es mucho más fácil visualizarte delante de la olla en la cocina metiendo ingredientes (título, introducción, encabezados, …) para crear un plato perfecto (un post perfecto).
Un consejo si utilizas metáforas: intenta descubrir cuáles son los gustos «extraoficiales» de tus lectores y crea metáforas sobre ellos.
Por ejemplo, si a mi audiencia le encantara el fútbol, yo utilizaría muchísimas metáforas de fútbol. Es una forma más amable y ligera de convertir un post complicado en algo fácil de leer.
Si mi audiencia es madura y quiere cambiar de vida a los 40, pues les hablo de reinvención profesional.
#4 Contar una anécdota personal
En el mundo del blogging hay un miedo irracional a mostrarse, tanto en fotos como contando quiénes somos, cuál es nuestra historia, etc. No me preguntes por qué, pero es así.
Y es curioso porque la mejor forma de conectar, crear una relación con tus lectores y conseguir lo que tú quieres (vender) es esa: mostrarte y dejar que vean tu lado más personal.
Además, es una forma perfecta de empezar un post utilizando una historia propia y personal.
Hace unos días mi padre me vino diciéndome que conocía a nosequién de Telefónica y que podría conseguirme un trabajo en Madrid. Mi padre sabe perfectamente que estoy dado de alta de autónomo, que estoy trabajando y que tengo un sueldo más o menos decente para el tiempo que llevo. Sin embargo, sigue pensando que lo mío no es un trabajo.
Esta es la introducción de un post que escribí hace mucho tiempo hablando sobre el (maldito) currículum vitae. Y funcionó bien porque la mayoría de comentarios sobre el post hacían referencia a mi padre y a la historia (que fui desarrollando en el post).
Tus anécdotas e historias personales son una fuente inagotable de introducciones para tus posts. Al igual que ocurría con los datos interesantes, también puedes conectar anécdotas que parece que no tienen nada que ver con temáticas de tu blog.
Deja volar tu imaginación y piensa en historias relacionadas con tus posts para las próximas introducciones.
#5 Hacer una pregunta vital para tu lector
¿Sabes cuál es la parte más importante de un artículo?
Creo que no hace falta decir de dónde he sacado el ejemplo, ¿no?
Hacer preguntas siempre funciona porque todos queremos respuestas. Si tenemos una duda o pregunta en mente y no encontramos la respuesta nuestro cerebro se pone en modo «Alerta Total» y busca la respuesta allá donde pueda.
Por eso comenzar un post con una pregunta es una buena idea, siempre y cuando esta pregunta no sea estúpida, tenga una respuesta extremadamente obvia o no tenga nada que ver con el tema que vas a tratar.
Yo abuso de las preguntas durante todos los posts y, sobre todo, en las introducciones. Me gusta plantear dudas y crear «incomodidad» en el cerebro del lector para luego darle la «cura» con el contenido del artículo.
Eso sí, atente a las consecuencias si le creas un problema con la pregunta y luego no la resuelves con el contenido de tu post.
#6 Usar una cita célebre
Adoramos las citas célebres.
Se comparten como si fueran un virus y se difunden a la velocidad de la luz por Twitter, Facebook y otras redes sociales. Y con la llegada de herramientas como Canva, Stencil o Pablo, más todavía.
Si gustan tanto, ¿por qué no usarlas para comenzar un post? Al final estarás siguiendo la misma fórmula que la del dato interesante, pero esta vez en forma de cita de alguien con mucha más autoridad que tú.
Busca citas célebres alrededor del contenido de tu post y, si puedes, haz que sean de bloggers reconocidos y no de gente famosa que no va a ver que la has citado en su vida.
¿Por qué? Porque si citas, por ejemplo, a Franck en un post y luego lo etiquetas en Twitter o Facebook, es probable que entre en tu post, lo lea y lo comparta después.
Si a los bloggers nos gusta que nos enlacen, más nos gusta todavía que lo hagan con una cita de algo que hemos dicho.
De vez en cuando, soltamos alguna perlita en nuestro perfil de Instagram.
#7 Arrancar con una pregunta de un lector
¿Por qué no?
Al fin y al cabo, cuando escribes en un blog estás al servicio de tus lectores. Y si sabes que muchas personas tienen la misma duda, solo tienes que demostrarles que estás ahí para solucionarles y mencionar a alguien que te ha hecho esa pregunta.
En el artículo sobre cómo escribir títulos para posts Miguel me preguntó «Javi, ¿cuál es la parte más importante de un artículo una vez hemos escrito el título?». Y hoy vengo con la respuesta a esta pregunta.
Utilizas la fórmula de la pregunta, que siempre funciona, y a la vez le dices a tus lectores «eh, presto atención a lo que me preguntáis y os doy respuestas para vuestras dudas».
Un 2×1 que no puedes rechazar.
Presenta tus posts como es debido y serán tratados como merecen
Tu atención hacia una película, obra de teatro, libro, programa o anuncio depende de los primeros segundos o minutos. Si algo falla ahí, tu cerebro dirá «mejor me pongo a hacer otra cosa».
Con los posts pasa lo mismo.
Si no los presentas bien ni dedicas el tiempo necesario a hacerlo, al final solo te acabarán leyendo las mismas personas de siempre que te siguen a todas partes. Y, sin audiencia nueva, te auguro un futuro bastante negro como blogger.
Cero excusas.
Coge estas 7 fórmulas, formas o trucos y llévalos a las introducciones de tus posts a partir de hoy. Y cuando veas que los lectores te comentan más, comparten más tus posts y se los leen enteros… puedes venir a darme las gracias 😀
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Fotografía: Red Carpet Festival Glamour Scene Illustration (Shutterstock).