Todos tenemos sueños en la vida, metas por alcanzar, objetivos por cumplir.
Ahora bien, del dicho al hecho hay un trecho.
Y es que pensar y hablar son tareas sencillas, sobre todo la última. Ejecutar ya es otra historia.
Conseguir objetivos no es coser y cantar, pero se puede lograr.
Tan solo hay que seguir una serie de pasos que te conducirán al éxito.
O al aprendizaje, que es parte del éxito.
Vamos a ver cómo lograr tus metas en una sociedad que persigue la gratificación instantánea.
Cómo fijarse objetivos inteligentes
A priori, fijarse objetivos pueden parecer una tarea sencilla. Muchas veces lo hacemos a la ligera y luego no conseguimos resultados.
Piensa en los propósitos de Año Nuevo.
Voy a:
- apuntarme al gimnasio
- dejar de fumar
- emprender
Resultados habituales:
- me apunto al gimnasio, no voy y me doy de baja
- estoy sin fumar hasta que alguien me invita
- empiezo mi proyecto y al mes lo dejo
Año nuevo, vida nueva. Eso dicen.
Está claro que marcarse objetivos no es baladí.
No es suficiente con establecer objetivos, aunque sea con el enfoque adecuado.
Es necesario dividirlos en hitos y planificar cada una de las acciones a ejecutar para materializarlos.
Por tanto, no basta con leer unas cuantas frases motivadoras sobre conseguir objetivos.
Ni siquiera con establecerlos y dejarlos en abstracto.
“Este año me pongo en forma”.
Muy bien. ¿En qué forma? ¿Redonda o cuadrada?
Si quieres estar más cachas que Arnold Schwarzenegger tendrás que empezar por contratar a un entrenador personal o apuntarte a un gimnasio –y además ir, claro–. Tendrás que tener disciplina para ejecutar cada uno de los ejercicios cuando no puedas más, para hacer la dieta (rica en proteínas y baja en grasas saturadas) y dormir mucho para que el cuerpo recupere.
Esta última puede parecer tarea fácil, pero no lo es.
Dormir bien es una de las claves para lograr cualquier reto, ya sea físico o mental.
Muchas veces lo olvidamos…
“Entonces, ¿cómo lo hago?”
Hay un sistema probado para lograr cualquier objetivo que te propongas.
El método SMARTER.
Es un acrónimo que te será de gran ayuda para planificar los objetivos, mantener la motivación y ejecutarlos.
Te cuento en qué consiste.
Specific: sé específico en tus objetivos
El primer paso es ser muy específico en los objetivos que quieres lograr.
No vale que me digas “quiero ser rico”.
Establece metas intermedias para llegar hasta ahí.
Si quieres tener 1 millón de euros en el banco dentro de 3 año tendrás que ver cuánto tienes ahora para invertir, cuánto vas a generar en los próximos 12 meses para reinvertirlo y seguir creciendo.
“Pablo, tengo 1.000€. ¿Qué hago para llegar a 10.000€ en 12 meses?”
Lo primero que te recomendaría es que te formases con alguien que ya lo ha hecho.
Puedes empezar por este training gratuito.
Una vez consigas esos 10.000€ podrás reinvertirlos para generar 100.000€ el segundo año.
Y con ese capital te será más fácil llegar a la cifra que deseas: 1.000.000€.
Hemos desgranado tu objetivo del millón en 3 pasos.
Y estos pasos habría que dividirlos en pequeños hitos.
Cuando estableces objetivos específicos, comienzas a materializarlos.
Meaningful: pon metas significativas
El segundo paso es que tus objetivos sean significativos.
Siguiendo con el ejemplo anterior, si tu único objetivo es ganar dinero es posible que lo abandones cuando las cosas se pongan feas.
¿Para qué quieres el dinero? ¿Qué significa para ti ese millón en el banco?
Cuando le das un significado a tu objetivo tu determinación aumenta y te acercas más a él.
Por ejemplo, “quiero tener un millón en el banco para asegurar el porvenir de mi familia independientemente de crisis, pandemias y gobiernos”.
¡Fantástico! Ahora tu objetivo tiene un porqué.
Achievable: elige objetivos alcanzables
Para lograr tus metas y mantener la motivación durante el trayecto tienen que ser alcanzables.
Si dices que de aquí a 3 años quieres ser la persona más rica del mundo, a los 15 días te darás cuenta de que no es posible y tirarás la toalla.
Además, ese objetivo no es relevante para ti sino para tu ego.
Que un objetivo se convierta en alcanzable depende mucho de que sea específico y de que conozcas tu propósito y tu talento.
También tienes que tener en cuenta tu situación actual. Si tienes una deuda de 20.000€ y trillizos, pues te va a llevar mucho tiempo alcanzar el tan ansiado millón.
Así que mi consejo es que seas prudente con tus perspectivas a corto plazo (10.000€ en un año) y ambicioso a medio plazo (1 millón en 3 años).
De esta forma, te motivarás conforme vayas alcanzando pequeños objetivos y no te conformarás con eso porque tu meta es mucho mayor.
Relevant: metas relevantes para ti
¿Cómo de relevante es tu objetivo para tu vida? ¿Está alineado contigo y tus valores?
Este es un aspecto fundamental. Si para ti tu familia es lo más importante, querer garantizarles el futuro será una gran motivación.
Este punto requiere un proceso de introspección. Puede que te conozcas bien a ti mismo o puede que que no tanto. O quizá creas que sí pero en realidad no. En el enlace anterior te dejo 15 preguntas para conocerte mejor.
Por tanto, antes de fijar tus metas, mira dentro de ti.
Time-bound: limitado en el tiempo
Los objetivos deben tener unos plazos para que sean alcanzables.
La Ley de Parkinson afirma que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine». ¿Recuerdas esa tarea que tanta pereza te daba? ¿Cuándo la hiciste? El último día a todo correr.
Las personas funcionamos así. Es bueno saberlo y utilizarlo a nuestro favor.
Por ejemplo, si para conseguir el primer cliente tengo que llamar por teléfono o hacer una videoconferencia a través de Zoom, pues me pongo una fecha para hacerlo.
Si crear mi blog (plantillas, plugins, páginas) me resulta una tarea interminable, divido el objetivo en pasos con un deadline o fecha de vencimiento.
Evaluate: evalúa tu progreso
Definir objetivos y ponerles un periodo de ejecución los convierte en evaluables.
Si, además, utilizas algún programa del estilo de Trello para gestionar tus tareas, te será mucho más fácil hacer un seguimiento de tus proyectos.
Te recomiendo establecer objetivos mensuales, dividirlos en hitos semanales y en tareas diarias.
Es en el día a día donde vas avanzando casi sin darte cuenta. La foto grande es necesaria para tener claridad. De esta forma, verás si lo que haces te está conduciendo a tus objetivos o no.
Readjust: reajusta tu enfoque
El último paso es reajustar tu planificación. Esto te permite rectificar o eliminar lo que no te esté acercando a la meta. Tienes margen de maniobra.
También sirve para potenciar lo que está funcionando y sacarle más partido.
Para llegar a tu destino necesitas saber a dónde vas (el millón) y cuándo lo alcanzarás (3 años).
A partir de ahí, lo que tienes que hacer es planificar, ejecutar y modificar en base a resultados.
3 etapas en el camino para alcanzar tus metas
La responsabilidad de lo que construyes en tu vida es tuya.
Obviamente, las circunstancias influyen. A veces, más y otras menos. A veces, a favor, otras en contra.
Dejando los factores externos a un lado, que no dependen de nosotros, centrémonos en lo que sí depende de nuestra actuación.
Lo que tienes ahora (y el punto en el que te encuentras) depende de las decisiones que has tomado en el pasado. Así que vamos a ver cómo actuar ahora para construir tu futuro.
El camino para alcanzar tus metas consta de 3 etapas que detallo a continuación.
El objetivo
Es lo que quieres conseguir. Definirlo te va a dar foco.
Una vez lo tengas bien definido, pasa a la siguiente etapa.
Si te quedas en esta etapa lo único que vas a sentir es frustración porque no estás actuando de forma proactiva en conseguir el resultado.
Pasamos a la siguiente.
Los procesos o sistemas
¿Qué rutinas vas a implementar?
¿Qué cosas vas a hacer para lograr los objetivos que te has marcado?
Piensa, apunta y actúa. Conforme vayas ejecutando deberás ir corrigiendo el rumbo.
Si abandonas aquí, no llegarás al tercer nivell, necesario para que tus metas se garanticen.
La identidad
Has definido el objetivo, tenías un sistema pero no has trabajado su identidad.
Por tanto, te has desmotivado y abandonado tus rutinas, que eran las correctas.
Tu ‘yo’ presente no te ha dejado implementar el plan de tu ‘yo’ futuro.
¿Cómo trabajar la identidad?
Fíjate en este ejemplo:
Hay 2 personas en una fiesta cuyo objetivo es dejar de fumar. De repente, les ofrecen tabaco.
El primero dice: “no gracias; no fumo”.
El segundo dice: “No gracias; lo estoy dejando”.
El primero ha adoptado su nueva identidad, mientras que el segundo no.
¿Qué crees que ocurrirá?
Dale la vuelta: empieza por la identidad.
Crea tu nuevo avatar. Empieza a ser como te gustaría ser. Busca un referente que lo haya logrado.
“Me gustaría ser un emprendedor exitoso”.
Luego define el sistema/rutina fijándote en lo que hace.
Por último, marca tus objetivos.
Eres tu peor enemigo.
Da igual que compres un training o contrates a un coach, no te va a resolver la vida.
La responsabilidad de actuar es tuya.
Ten en cuenta que tu ‘yo’ actual no quiere cambiar nada en tu vida. Le da pánico.
Antes de conseguir algo tienes que convertirte en la persona capaz de lograrlo.
Si te marcas el objetivo de facturar un millón con tu negocio, tienes que transformarte en un emprendedor de éxito. Un líder, que comparte contenidos, que se cuida y pasa tiempo con su familia.
Primero transfórmate a ti y luego conseguirás la meta que te has propuesto.
12 consejos para cumplir tus objetivos
Hemos visto cómo fijar objetivos inteligentes con el método SMARTER y las 3 etapas en el camino para alcanzar tus metas.
Ahora te voy a dar 12 consejos para cumplir tus objetivos de la vida.
Después de esto ya solo te falta actuar 😉
1. Define un objetivo que te motive
La motivación es la fuerza que te impulsa a empezar. Sin ella, cualquier tarea se convierte en mero voluntarismo. Esto puede servirte para limpiar el trastero pero no para emprender.
Encuentra algo que te motive.
Ojo, no necesariamente tiene que ser tu pasión. Tampoco es bueno convertir todas tus pasiones en tu negocio. Deja algo para el ocio.
Hay gente que aprender a conducir para poder llevar a sus hijos al colegio. En realidad, es algo que les da pánico, pero lo hacen por amor. No hay ejemplo más claro de encontrar un buen motivo.
Por tanto, los motivos son más importantes que los gustos o apetencias.
Y si te gusta, pues mejor todavía.
2. Visualiza el resultado
Lleva tu mente al futuro. Imagina que ya has conseguido lo que te has propuesto.
Mola, ¿verdad?
Haz lo mismo con el proceso.
Ver tus progresos durante tu camino al éxito hará que te identifiques con esa persona activa y con determinación por lograr sus sueños. Además, disfrutarás del camino.
Y me detengo en esto. A veces nos centramos tanto en el éxito y en lo bien que nos sentiremos al llegar a la meta que no disfrutamos de la carrera. Es obvio que va a haber momentos de dificultad pero eso no significa que no puedas gozar con cada zancada.
Seguro que alguna vez te has esforzado sobremanera por lograr algo y cuando lo has conseguido te ha sabido a poco. ¿Ya está? ¿Eso es todo? Creía que me sentiría mejor.
¿Te resulta familiar?
Es porque no has disfrutado del proceso. Lo has hecho todo a fuerza de voluntad y nada más.
3. Emplea la inteligencia emocional
Una visualizados tus objetivos, es momento de meter el corazón.
Haz un listado de las cosas positivas que obtendrás cuando logres tus metas. Escríbelas y póntelas en tu lugar de trabajo. Verlas todos los días te ayudará a superar los momentos difíciles.
La efectividad de este método es mucho mayor que copiar una serie de frases motivadoras de Internet.
Son tus frases, tus sensaciones, tus sentimientos cuando logres aquello que te propones.
Por otra parte, tendrás que hacer introspección e identificar tus creencias limitantes, aquellos pensamientos que te hacen sentir incapaz o, incluso, un estafador. El conocido como síndrome del impostor. ¿Quién soy yo para hacer esto?
Trabaja tu mindset.
La mentalidad es clave para un emprendedor. Eres la persona con la que más tiempo pasas a lo largo del día. Cómo trates y cómo te sientas contigo mismo (o contigo misma) es de vital importancia.
4. Encuentra un mentor
Un mentor es una persona en la que confías y que ya ha recorrido el camino.
Quizá no ha hecho exactamente lo mismo que tú, no es necesario, pero sí que ha emprendido un camino similar y ha alcanzado el éxito en lo suyo. Un ejemplo, Pablo.
Un francés que lleva diez años revolucionando el marketing digital de habla hispana.
Imagínate.
Si yo me pongo a emprender un proyecto en francés tiro la toalla nada más empezar
Mis conocimientos de francés se limitan a “Comment ça va? Ça va bien”.
Por no hablar de los grandísimos emprendedores de éxito que han despuntado, en buena medida, gracias a él: Javier Gobea, Antonio G., Maider Tomasena, Omar de la Fuente, Javi Pastor…
Y podría seguir.
“Pablo, es que no tengo dinero. Mi presupuesto es 0”.
Es probable que si te das de baja de Netflix, Spotify y Amazon Prime, te quede algo de dinero.
Al menos para comprar el hosting.
En caso de no poder acceder a una mentoría, búscate un apoyo incondicional.
Mejor si es alguien que ha emprendido.
Si no es posible, alguien en quien confíes. Y lo más importante, alguien que confíe en ti y en tu potencial más que tú mismo.
Una tercera opción es formar parte de un mastermind.
Es un grupo reducido de personas que comparten sus progresos y se ayudan entre ellos.
5. Analiza tu situación
¿Dónde estás? ¿De qué recursos dispones?
No es lo mismo tener conocimientos de marketing digital y tener 1.000€ para invertir, que no tener ni idea y los bolsillos vacíos.
Puedes hacerlo igualmente, pero si te encuentras en el primer caso vas a ir más rápido.
Esa es la diferencia.
Un análisis DAFO puede ayudarte a definir tu situación de forma precisa.
6. Anticipa los problemas
Ya sabes cuáles son tus Fortalezas y Debilidades, así como tus Amenazas y Oportunidades.
Esto te va a ser de gran ayuda para establecer estrategias para mejorar tu proyecto, así como para conocer de antemano los problemas que te puedes encontrar.
De esta manera, estás preparado para afrontarlos con garantías.
Por ejemplo, si sabes que la situación económica mundial va a sufrir una crisis, te puedes adelantar y ofrecer productos más económicos o agregar valor a los que ya tienes.
A ser posible, trata de evitar hacer descuentos, ya que devalúan tu proyecto o servicio.
7. Desglosa tus metas
Para alcanzar un meta lo suficientemente grande tienes que marcarte objetivos intermedios lo suficientemente pequeños.
Imagina que llevas 5 años sin hacer deporte y quieres ponerte en forma.
¿Cómo empiezas?
“Voy a correr una maratón”
Me da que no.
Quizá la empieces y a los 20 minutos abandones.
Empieza por objetivos pequeños y alcanzables.
“Hoy voy a salir a andar y, cuando llegue al parque, doy la vuelta corriendo”.
“Mañana hago lo mismo, pero dos vueltas”.
Ese es el camino.
Para definir estos miniobjetivos, debes ser capaz de responder a estas cuestiones:
- ¿Qué voy a hacer?
- ¿Cómo lo voy a hacer?
- ¿Cuándo lo voy a hacer?
8. Ponlo por escrito
Nuestra mente está hecha para tener ideas pero no para retenerlas.
¿Cuántas veces se te ha olvidado algo? A mí miles de veces.
Está demostrado que ponerlo por escrito ayuda a retener la información. Además, puedes consultarlo siempre que quieras.
Si utilizas alguna herramienta digital, te recomiendo Trello.
Esta plataforma la puedes usar con tu ordenador y con tu smartphone, por lo que nunca perderás una idea y siempre las tendrás disponibles.
9. Haz un calendario
Recuerda la Ley de Parkinson.
Vamos posponiendo las cosas hasta que llega la fecha límite.
Esta es una de las razones por las que un calendario te ayudará a conseguir tus objetivos. La otra es que podrás tener una visión general de lo que estás haciendo y de lo que has hecho, lo que te funciona y lo que no.
Ponte plazos razonables pero que te exijan un esfuerzo.
Ah, y si alguna vez no llegas a hacer algo a tiempo, no pasa nada. Lo importante es que gracias a ese plazo, lo has hecho. Sigue avanzado.
10. Ejecuta una acción al día
Márcate una tarea roca. Una tarea principal para cada día.
No hagas nada más hasta que la termines.
Luego, ten otras tareas más pequeñas y/o rutinarias con las que puedes completar tu jornada.
Ponerte mil tareas es la forma de no hacer ninguna bien, ya que las prisas y el agobio te comerán.
Menos es más.
11. Repasa tus éxitos
Esta tarea es más importante de lo que parece.
Muchas veces nos centramos en nuestros objetivos y en alcanzarlos y ni siquiera nos paramos a saborearlos cuando los conseguimos.
Si a esto le sumas que a veces no disfrutamos del proceso, puedes llegar a quemarte.
Por eso es muy importante tanto que disfrutes de lo que haces como que celebres tus victorias.
Dedica al menos 5 minutos al día para pensar en lo que has avanzado.
Un buen momento es por la mañana. Repasa lo que has hecho el día anterior.
Nosotros lo hacemos en Daily Stand Up que tenemos todo el equipo.
Funciona de maravilla.
12. Ten paciencia
Los éxitos no llegan de la noche a la mañana.
Sé que te gusta hacer todo cuanto antes y ver resultados y sentirte bien contigo mismo.
Keep calm!
Si lo piensas, verás que las mejores cosas de la vida se cuecen a fuego lento: una amistad, una relación de pareja, la crianza de los hijos, etc.
Con el emprendimiento pasa igual.
Requiere planificación, ejecución y paciencia.
Siempre puede haber algún emprendedor que triunfe en 3 meses, pero es la excepción que confirma la regla.
Así que no te compares.
Sigue tu camino, disfruta y los resultados terminarán llegando.
Céntrate en tus objetivos con el poder de las rutinas
¿Haces la cama? ¿Te lavas los dientes?
Doy por hecho que la respuesta es sí.
¿Te cuesta mucho hacerlo?
Doy por hecho que la respuesta es no.
Terminas de vestirte y haces la cama. Terminas de comer y te lavas lo dientes.
Es automático. No hay decisión, solo ejecución. ¿Por qué?
Porque has adquirido una rutina. Tienes un hábito.
El poder de las rutinas es fascinante. Y para los negocios se convierte en imprescindible.
Los emprendedores tomamos muchas decisiones. Cada decisión resta energía. Por eso es recomendable tomar las grandes decisiones por la mañana, cuando nuestros niveles de energía están a tope.
Ahora bien, en un negocio hay muchas tareas repetitivas: contabilidad, atención al cliente, creación de contenidos.
Estas tareas muchas veces no son las que más nos apasionan pero son necesarias.
Si quieres saber cómo lograr tus metas, tendrás que conocer el inmenso poder de las rutinas.
Establece rutinas:
- Cada vez que vendas algo, haz una factura y guárdala en la carpeta correspondiente
- Establece dos o tres franjas horarias en las que atender al email
- Si creas contenidos, escribe (o graba) todas las semanas
Y así con todas las tareas que sean repetitivas y fundamentales en tu negocio.
Las rutinas son fundamentales para los negocios rentables desde casa.
Cómo alcanzar objetivos con sistemas
Para hacer una tarea sencilla basta con planificarla y ejecutarla.
Si tienes basura en casa, dices “voy a bajar la basura” y lo haces. Fin.
Para crear un proyecto no basta con decir “voy a emprender” y hacerlo.
A decir verdad, puedes hacerlo, pero vas a trabajar más horas que un reloj y vas a dedicar un esfuerzo innecesario que te va a drenar.
Estamos acostumbrados aquello de “trabaja duro”.
Está bien “trabajar duro” si por ello entendemos estar centrado en lo que haces. Great!
Ahora bien, no está bien si por ello entendemos trabajar de sol a sol como si fuéramos robots.
Yo digo: trabaja inteligente.
Si puedes crear sistemas que te ayuden a ejecutar las tareas de tu negocio, hazlo.
Pongo un ejemplo muy gráfico.
Tienes una lista de suscriptores. Si no la tienes, deberías, ya que es el activo nº1 de tu blog.
Podrías crear una plantilla de correo y enviarles uno por uno tu newsletter.
Poder, podrías, ¿verdad?
¿Es trabajo duro? Sí.
¿Es trabajo inteligente? No.
El trabajo inteligente es utilizar una plataforma de email marketing y que con un solo envío tu newsletter llegue a tus miles de suscriptores.
Hay 3 sistemas principales. Vamos a verlos.
Reglas
Esto se ha hecho toda la vida en cualquier ámbito.
Cuando eras pequeño y tus padres te dejaban solo en casa te decían: “si llaman al timbre, no abras”.
Cuando creciste y te sacaste el carnet de conducir, te dijeron: “si bebes, no conduzcas”.
Las reglas son una serie de pautas que se establecen para saber cómo actuar, qué decisión tomar en cada situación.
Estas instrucciones son muy útiles para situaciones repetitivas, ya que ahorran tiempo y esfuerzo.
Por ejemplo, cuando llegue un email, categorizarlo por temática en HelpScout (o en Outlook o en Gmail). Y podrías tener las siguientes etiquetas: administración, soporte, propuestas, formación, contenidos.
Otra regla podría ser, si un alumno está insatisfecho con la compra de un curso durante los primeros 7 días, le devolvemos el dinero.
Cualquier pauta que te ayude a decidir es una regla.
Delegar
Cuando empezamos un negocio queremos hacerlo todo nosotros:
- Estrategia
- Página web
- Contenidos
- Copywriting
- Ventas
- Facturación
- Impuestos
Somos el hombre orquesta.
Es normal si no tienes mucho capital que empieces haciendo todo tú.
Ahora bien, en cuanto tengas un mínimo de ingresos, deberías delegar ciertos aspectos de tu negocio.
El primero, el tema económico. Contrata una gestoría que se encargue de la contabilidad y la presentación de impuestos.
Yo al principio no lo hice. Luego me di cuenta de que me salía más rentable pagar 50€ para que me hicieran esas tareas que dedicarles un montón de horas.
Además, no presenté el modelo 390, que es una declaración anual del IVA.
Al año siguiente me llegó una carta diciendo que la tenía que presentar.
Mi gestoría no se hacía cargo porque no estaba con ellos en ese momento.
Así que tuve que llamar a Hacienda y darles la chapa para que me explicaran cómo se hacía telemáticamente.
No por el proceso telemático sino porque había 1 millón de casillas y no sabía dónde tenía que poner qué. Al final conseguí hacerlo correctamente pero decidieron multarme por el año y pico de restraso.
Resultado: multa de 150€.
Como ves, delegar es importante.
“Ya, Pablo, pero es que nadie lo va a hacer como yo”.
Estás en lo cierto.
Si delegas en la persona correcta no lo va a hacer igual que tú, lo va a hacer mucho mejor.
Como muestra, un botón.
A la hora de delegar una tarea de tu negocio es clave que documentes el proceso. De esta forma, tu trabajador/colaborador sabrá cómo ejecutar la tarea y no tendrá que preguntarte cada 5 minutos.
Te recomiendo que utilices Notion.
Además, documentar un proceso te permite tener margen de maniobra. Si una persona de tu equipo se pone enferma o surge algún contratiempo, podrás delegar la tarea en otra persona.
Debes saber que no todo se puede documentar paso a paso.
Por ejemplo, puedes explicar cómo elegir palabras clave, crear la entrada en WordPress y publicarla. Ahora bien, no puedes explicar cómo redactar un post que enganche al lector. Puedes dar pautas, pero es un trabajo creativo para el que no todo el mundo vale.
Si redactar no es tu punto fuerte, busca un redactor SEO.
Automatizar
Si delegar mola, automatizar mola aún más.
Automatizar es delegar una tarea en un software que realiza el proceso de forma automática.
Esto conlleva importantes ventajas:
- No se cansa
- No se pone enfermo
- Se equivoca menos
No me malinterpretes. Me encanta tener personas en mi equipo. Pero si una herramienta envía mis newsletters no voy a contratar a alguien para que las envíe una por una.
Esto es un negocio, no una ONG.
Obviamente, las tareas no pueden hacerlo todo. Igual que hemos visto que documentar tareas creativas es difícil, automatizarlas es imposible (al menos, de momento).
* * *
Fíjate objetivos inteligentes mediante el método SMARTER.
Los objetivos de la vida requieren de una serie de pasos para ser alcanzables.
Tan solo hay que fijarse objetivos inteligentes, completas las 3 etapas y apoyarse en las rutinas y los sistemas. Los primeros son los hábitos y los segundos las reglas, la delegación y la automatización.
Conseguir objetivos es un tema fascinante.
Si quieres seguir profundizando, te invito a apuntarte a este training gratuito. En él aprenderás a reinventarte profesionalmente, marcarte objetivos y alcanzarlos.