Dejar el trabajo, cómo hacerlo y por qué motivos

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Dejar el trabajo. Un sueño para muchas personas.

Cuando un trabajo no cumple con las expectativas, se sufren situaciones tóxicas o, simplemente, las metas y objetivos personales han cambiado, surge el deseo de dejarlo. Las razones pueden ser muy variadas.

La motivación para algunas personas puede ser salir de una mala situación; otras simplemente cambian de empresa; algunas tienen en mente al tomar esa decisión opositar; y otras, cada vez más, dejan el trabajo porque su objetivo es emprender.

En todo caso, sea cual sea la razón para la renuncia, lo que importa es lo que sucederá desde el día siguiente a hacerlo. 

Conviene planificar dos cosas: la primera, tener un plan para ejecutar esa renuncia al puesto. La segunda, pensar qué se va a hacer después.

De todo esto te hablo en este artículo. Si se te pasa por la cabeza presentar la dimisión y dejar ese trabajo que ya no te llena, sigue leyendo porque te ofrezco una guía completa para hacerlo y cómo ejecutar el plan para ponerlo en marcha.

¿Dispuesto? Observa cómo dejar el trabajo.

Motivos para dejar el trabajo

Las razones para tomar la decisión de dejar el trabajo pueden ser variadas: sentirse quemado, aburrirse por la poca responsabilidad que se tiene, no tener perspectivas de ascenso o promoción, ambiente laboral tóxico…

Veamos cuáles son esos motivos para dejar el trabajo.

No me gusta mi trabajo

Puede que hayas visto tu trabajo desde un comienzo como una vía para conseguir ingresos económicos, pero poco más, y nunca hayas pensado que se trata del trabajo de tu vida.

O quizá el trabajo en sí te gustaba, pero diferentes factores han hecho que te haya terminado por desencantar. Los motivos para que se produzca este cambio son varios:

  • Burnout laboral (o síndrome del quemado laboral).
  • Boreout, aburrirse en el trabajo.
  • Ambiente tóxico.

En todo caso, lo primero que tendrás que hacer es identificar y enumerar cuáles son esas razones.

Analizo en este otro artículo cada uno de esos motivos y sus consecuencias.

Ya no me motiva

Sufrir en algún momento falta de motivación es completamente normal; somos humanos y no máquinas.

La falta de motivación hace que perdamos la ilusión y, con ella, la energía necesaria para salir adelante.

En el terreno laboral, la falta de motivación puede tener diferentes razones:

  • Temor a no ser bien valorado o al fracaso.
  • La inercia de seguir haciendo lo mismo.
  • Pocas o ninguna posibilidad de poder asumir más responsabilidades o promocionar.
  • Cambio en las inquietudes propias que hacen que nos planteemos que nuestras metas no son las mismas. 

Analizo las razones que nos hacen padecer falta de motivación y te ofrezco varios consejos para superarla en este artículo.

No voy a crecer más

La falta de posibilidades de promoción, ascenso o incluso de asumir nuevas responsabilidades en el mismo puesto, suele ser otro de los motivos para tomar la decisión de dejar el trabajo.

En no pocas ocasiones se da la circunstancia de que la persona acepta un nuevo puesto de trabajo con ese tipo de promesas como condición, pero pasa el tiempo y estas no llegan nunca.

Es más, a menudo también sucede que las responsabilidades asumidas sí que aumentan, pero no se ven proporcionalmente correspondidas por un aumento de sueldo, ascenso en el puesto o en la categoría laboral.

Y esto duele, y mucho. Este tipo de situaciones terminan generando desconfianza y provocan falta de motivación.

Sentir que se ha tocado techo y que, pese a desearlo y estar dispuesto a asumir nuevos retos, no se va a conseguir avanzar en el puesto de trabajo cansa y quema. 

Desilusiona y a menudo la única salida es dejar el trabajo.

No tengo tiempo

La falta de tiempo es otra de las razones que se argumentan a menudo como razón para no desarrollar nuevos proyectos o hacer frente a sueños que se han tenido en mente durante toda la vida.

Pensar que el trabajo ocupa todo el tiempo disponible y que no se puede asumir nada más es un pretexto para no afrontar otras cuestiones, como la incertidumbre o el miedo al fracaso.

Sobre la falta de tiempo y cómo arañar horas al día para conseguir sacar adelante otros proyectos te hablo en este post.

Me es imposible conciliarlo con mi vida personal y familiar

A veces un trabajo se convierte en lo único que hace la persona con su vida y termina viviendo solo para trabajar. Absorbe y ocupa todo el día, sin dejar apenas tiempo para el descanso y mucho menos para el ocio y el disfrute.

Conciliar el trabajo con la vida personal y familiar se convierte en misión imposible.

Y ni familia ni amigos ven el pelo a esa persona. En casa, se convierte en una sombra que viene y va a deshoras.

Esto ocurre más a menudo de lo que pensamos. Así de crudo.

Las razones para soportar una situación de este tipo pueden ser variadas:

  • Necesidad coyuntural por la situación económica de la familia.
  • Que sea la única persona en la familia que trabaja y tenga que apechugar con todo.
  • Decisión de aguantar la situación a la espera de un ascenso o promoción. O querer acumular experiencia en este puesto laboral para poder optar a uno mejor.
  • Sencillamente, que el trabajo apasiona y se convierte en lo primero para esa persona.

A menudo, son situaciones externas, como una enfermedad, la llegada de un hijo o la muerte de una persona cercana, las que ponen a las personas en su sitio y les hacen valorar si trabajan para vivir mejor o, en realidad, están viviendo únicamente para trabajar.

Y hacen que se replanteen la situación y decidan dejar el trabajo.

Situaciones para dejar un trabajo

¿Cuáles son por tanto las razones que impulsan a decidir dejar el trabajo? 

Tener una drástica determinación para hacerlo está relacionado con la necesidad de afrontar otro tipo de retos, que pueden ser variados.

Dejar el trabajo para estudiar

Nunca es tarde para volver a estudiar. Seguir formándose es una buena razón para tomar la decisión de dejar el trabajo y afrontar el estudio como la nueva actividad que ocupe el día.

Las razones para decidir estudiar pueden ser muy variadas:

  • No haber tenido antes la oportunidad, ni el tiempo o el dinero necesario para poder hacerlo.
  • Haberse dado cuenta de que en realidad no te gusta a lo que te dedicabas y querer dar un nuevo rumbo a la vida.
  • Decidir que lo que se había estudiado no te llena y optar por una formación diferente.
  • Querer cumplir un deseo de estudiar algo concreto.
  • Añadir al currículum nuevas formaciones y especializaciones.
  • Reciclarse para adquirir nuevos conocimientos y actitudes.
  • Especializarse en un aspecto concreto de la profesión.
  • Aspirar a nuevos retos profesionales que están condicionados por la adquisición de una capacitación concreta.
  • Estudiar algo relacionado con las necesidades del mercado laboral actual.
  • Simplemente, querer seguir cultivando el intelecto.

Dejar un trabajo por otro 

Esta suele ser una de las razones más comunes para dejar el trabajo, el cambio para asumir un nuevo puesto laboral.

En este aspecto son varios los cambios que se pueden asumir, desde mantenerse en la misma profesión pero cambiar de empresa, hasta dar un volantazo laboral y optar por un cambio de profesión o actividad.

Uno de los mayores temores ante la idea de cambiar de trabajo suele ser el de la reorientación laboral a partir de determinada edad. Sobre este interesante tema te hablo largo y tendido en este artículo y te ofrezco una completa guía sobre cómo abordar el cambio de trabajo a los 40. Si es tu caso, no te la pierdas porque te resultará esclarecedora 😉

Dejar el trabajo por ansiedad

Tomar la decisión de dejar el trabajo porque se siente ansiedad es una de las determinaciones más duras que se pueden tomar. Pero, a su vez, puede resultar una decisión liberadora y, a la larga, hasta sana.

Un trabajo tóxico, alejado de lo que deseas o enfrentándote a diario a situaciones que causan desasosiego y estrés afecta negativamente a la salud física y mental.

Y en este punto personifico porque es grave. Si estás actualmente pacediendo algo así, lo mejor que puedes hacer es dejarlo.

Tu salud te lo agradecerá.

Revisa tu estado y analiza si sufres estrés, insomnio, depresión, fatiga constante, ira, dolores o resentimiento. Esto por nombrarte algunos de los síntomas que te pueden dar pistas sobre tu estado.

Tu felicidad también está en riesgo.

Dejar el trabajo para opositar

Hay quien aspira a ser funcionario: tener un trabajo fijo y seguro; realizar tareas procedimentadas y ajustándose a lo que se le pide según su función, categoría y puesto; y cobrar un sueldo al final de mes. Algo fijo que aporte tranquilidad. Cumplir un horario y ya. El resto del tiempo para uno mismo.

Está bien si es lo que se desea. Y, para conseguirlo, la mayoría de las veces el proceso pasa impepinablemente por aprobar una oposición.

Hay puestos de funcionariado para los que las oposiciones a superar son realmente duras y exigen años de preparación y estudio.

Y prepararlas se convierte ya en un trabajo en sí mismo, porque exige muchas horas de esfuerzo y dedicación plena.

Es por eso que muchas personas intentan alcanzar lo que para ellas es una quimera y para ello ponen todo su empeño, hasta el punto de dejar su trabajo para poder preparar estas pruebas a jornada completa.

Dejar mi trabajo para emprender

Esta opción suma cada día más acólitos: personas que buscan la libertad en todos los aspectos y para ellos el emprendimiento es la salida. Ser tu propio jefe, dueño de tu tiempo, responsable y estratega para poder tomar tus propias decisiones y determinar tu futuro.

¡Qué te voy a contar yo sobre esto!

Volveré al tema un poco más adelante porque te voy a ofrecer más información sobre este tema.

Pero te voy a hablar también del miedo. Porque lo que más suele preocupar a los nuevos emprendedores es el fracaso.

Normal. ¿O quizá no?

El fracaso es una cuestión de perspectiva y quizá hasta necesario. ¿No lo ves así?

Te explico todo lo relativo al miedo al fracaso en este artículo.

Ahora veamos cómo dejar el trabajo.

Cómo dejar el trabajo

Momento clave en tu vida profesional y que afecta directamente a lo personal también: decides dejar el trabajo.

¿Cómo hacerlo? Te aseguro que la mejor forma no es montar una escenita y hacer que el ordenador vuele por los aires mientras recoges tus cosas.
Eso mejor lo dejamos para las películas.

Te puede pasar que llegues a un límite que ya no aguantes ni un segundo más en el puesto y te vayas de mala manera. Pero no te lo recomiendo. Para nada.

Es preferible tenerlo todo previsto y atado antes de dar el paso.

Elabora un plan de acción

Si ya has decidido que este es el momento de dejar el trabajo, enhorabuena. Seguro que es para bien.

Pero antes de comunicarlo y que llegue el último día laboral en esa empresa tienes que elaborar un plan de acción.

Un plan en el que recojas las consecuencias que tiene el quedarte sin ese trabajo y tengas analizadas todas las alternativas, que son de diferente tipo.

Necesidades económicas

Si dejas el trabajo y esta es la fuente de ingresos para poder pagar tus gastos y todas las necesidades, debes tener previsto qué otros ingresos vas a suplir esta falta.

Las alternativas suelen ser dos:

  1. Crear un colchón financiero antes de abandonar el trabajo.
  • Si lo decides con la suficiente antelación, analiza si puedes ahorrar lo suficiente mientras todavía mantienes el puesto para conseguir sobrevivir y hacer frente a tus gastos durante un tiempo.
  • Es importante también que fijes cuánto es ese tiempo puente que te vas a tomar, para que puedas aprovisionar la cantidad de dinero suficiente como para vivir.
  1. Contar con una fuente de ingresos alternativa.

Prepara el terreno y piensa cómo vas a conseguir dinero tras dejar el trabajo. Las alternativas son varias:

  • Cambiar de trabajo a otra empresa.
  • Crear y ejecutar un plan para conseguir ingresos pasivos, con cualquiera de las fórmulas posibles: compra y alquiler de inmuebles, productos financieros, venta de productos online…

Plazos

Como te he dicho, vete trazando un plan y márcate unos plazos: para ahorrar lo suficiente para poder dejar el trabajo, para dejarlo y conseguir sobrevivir y para marcar hasta cuándo prevés que dure cada fase de la que vas a disfrutar a partir de ahora.

¿Qué vas a hacer cuando dejes el trabajo? Te ofrezco un poco más adelante varias posibilidades.

Escribe una carta para dejar el trabajo

Un detalle importante: cuando vayas a dejar tu puesto de trabajo debes redactar una carta de baja voluntaria.

La carta de renuncia o baja laboral voluntaria, o más comúnmente conocida como dimisión, es un escrito que el trabajador debe dirigir a su empleador para terminar la relación laboral que los une.

Todo trabajador puede extinguir su contrato de trabajo voluntariamente o dimitir, pero para que esta dimisión surta sus efectos legales deberá ser comunicada al empleador con cierta antelación a la fecha efectiva de renuncia.

Pese a que la ley no lo recoge de forma literal, es conveniente que esta baja voluntaria se comunique por escrito. Así se evitarán problemas futuros o malentendidos.

Tres cuestiones en torno a las explicaciones al empleador sobre dejar el trabajo: 

  • Tienes que manifestar en la carta tu voluntad de dejar el trabajo de forma inequívoca.
  • Puedes dejar el trabajo en cualquier momento. Es tu derecho.
  • En esta baja voluntaria no es necesario alegar las razones que te han impulsado a tomar la decisión.

Avísalo con antelación

La baja voluntaria o dimisión deberá ser comunicada al empleador con antelación a la fecha efectiva de renuncia. Este plazo se denomina preaviso.

Esta condición del plazo para el preaviso suele aparecer reflejada en el contrato de trabajo o en el convenio colectivo. En caso de que no esté marcado ese plazo, es costumbre ofrecer un preaviso con 15 días naturales de anticipación.

Qué hacer después de dejar el trabajo

Una vez hecha efectiva la baja y ya fuera del trabajo, comienza una nueva etapa.

En este plazo puedes emplear el tiempo de diversas y muy diferentes formas.

Analicemos las más comunes.

Tomarte un tiempo sabático 

Tomarse un tiempo sabático es a menudo ese gran sueño evocador que muchas personas tienen.

En la práctica puede resultar un momento ideal para descansar, liberar la mente y reflexionar sobre lo que quieres hacer con tu vida en todos los aspectos a partir de ahora.

Y te puedes tomar un tiempo para dar rienda suelta a tus deseos más íntimos a nivel profesional y pensar al fín en convertirte en eso que te hubiera gustado ser, en descubrir tus talentos ocultos, conocerte a ti mismo…

Esta parte es muy interesante y puede resultar enriquecedora.
Te recomiendo una serie de artículos sobre esto que seguro que te resultan útiles y de interés:

Buscar otro trabajo

Si tu objetivo era únicamente escapar del trabajo que tenías seguramente lo primero que desees hacer sea buscar un nuevo trabajo.

Si es así deberás estar atento a las ofertas que se vayan publicando en medios, sobretodo los digitales, y muy importante: avisar a tus contactos de que estás abierto a propuestas.

Todavía hoy el boca a boca sigue siendo la primera vía de contratación.

Así que abre el directorio de contactos y empieza a quedar con todas esas personas con las que tienes un café pendiente y pónles al día.

Nunca se sabe las oportunidades que podrían surgir…

Emprender

Mi parte preferida, como imaginarás…

Quizá hayas descubierto que en realidad tu sueño es montar tu propio negocio y ser libre. Siendo tu propio jefe y tomando tus propias decisiones.

Para lo bueno y para lo malo, pero libre.

Bien, pues dejar el trabajo te pone en el disparadero para que te pongas las pilas y arranques de una vez.

Iniciar el camino como emprendedor es ilusionante y motivante. Te lo digo yo. 

Y así lo debes sentir tú también porque sino no lo conseguirás y te rendirás, incluso antes de tiempo.

Pero déjame alertarte que es duro, no es fácil y tienes que trabajar. Y mucho.

Olvídate de esas películas que hablan de personas que tienen una idea y dan el pelotazo y en pocos meses se han convertido en multimillonarios.

¿Conoces a alguno de ellos?

Déjame decirte que hay que trabajar. Y no vale solo con tener una idea. La tienes que desarrollar e intentar que fragüe y se convierta en un proyecto con el que te reinventes y consigas cumplir ese sueño de emprendizaje.

No te quiero quitar la idea , ni mucho menos. Trabajo precisamente para ayudar a personas que se encuentran en esta situación y les acompaño en el proceso.

Por eso te alerto, porque sé de lo que hablo.

Para emprender necesitas desarrollar un plan completo, en el que descubras quién eres y qué quieres ofertar, para después darle forma y, por último, vender y conseguir clientes. 

¿Te animas? Puedes empezar con estas lecturas sobre temas estrechamente relacionados con el emprendizaje:

Descubre cuáles son las claves del éxito empresarial; conoce los tipos de emprendedores que hay y cuáles son los secretos de una mente emprendedora.

Ahora que además es tendencia, conoce los tipos de trabajo que podrías hacer desde casa y qué es lo que hace falta: habilidades, actitudes…
¿Dispuesto?

Conoce de verdad lo que supone emprender por internet y cómo son los emprendedores exitosos.

Te doy también decenas de ideas de negocios en casa.

Hasta aquí esta completa guía sobre cómo dejar un trabajo y lo que supone.

¿Te ayudará a tomar una decisión?

Si es así me gustaría saberlo. Si, además, la vía que eliges es la del emprendimiento, te recuerdo que puedes apuntarte al training gratuito Reinvención Knowmada y ponerte en marcha.

Yo te espero.

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