Cómo superar el miedo a emprender

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¿Quieres emprender pero no te atreves?

Estás atrapado por tus miedos: miedo a emprender algo nuevo, miedo a fracasar, miedo a emprender un negocio.

Sentir miedo es algo natural e incluso bueno. Te sirve para estar alerta y no confiarte. Ahora bien, debes enfrentarlo para poder superarlo y que no te paralice.

Te cuento cómo superar el miedo a emprender.

¿Qué es el miedo a emprender?

Es el sentimiento de temor que surge ante un peligro que el emprendedor considera inminente.

Y digo que el emprendedor lo considera así porque el miedo no es algo tangible, sino que solo es producto de nuestra mente.

A la hora de emprender, hay dos tipos de miedos.

Miedo a emprender algo nuevo

Miedo a marcharse de casa, miedo a comenzar una carrera universitaria, miedo a lo desconocido, miedo a comprometerse, miedo a formar una familia.

Hay cientos de miedos cuando se trata de emprender una nueva aventura.

Algunas de estas aventuras son bastante grandes y otras no tanto.

Hay una en particular que nos cuesta bastante superar: el miedo a emprender un negocio.

Miedo a emprender un negocio

En España y otros países europeos nos educan para ser funcionarios.

O para trabajar como empleado. Se ve que a nuestros profesores no les gusta el riesgo.

Esto hace que haya un desequilibrio muy grande en la sociedad, que la gente se mate a estudiar unas oposiciones y falte fuerza productiva e innovación empresarial.

Es una cuestión educativa y hasta cultural.

El problema viene cuando alguien que ha sido educado de esta forma quiere emprender.

«¿Estás loco? ¿Cómo sabes que te va a ir bien? Eso es muy arriesgado».

¿Te suenan estas frases, verdad?

¿Cómo surge el miedo a emprender?

El miedo a emprender surge de una sensación de peligro que genera la mente del emprendedor en relación al éxito de su proyecto.

Generalmente, va de dentro a fuera y se manifiesta en nuestro cuerpo. Es cuando dudas de si te irá bien tu negocio, de si el mercado validará tu producto y de si conseguirás hacerte un hueco en el mercado.

Se manifiesta con nervios, ansiedad, inseguridad y otros síntomas poco agradables.

Pero también puede generarse en el entorno y terminar afectándote, lo que sería de fuera hacia dentro.

Y es que el entorno no nos define pero sí que nos condiciona… Y bastante.

Una educación y una mentalidad de funcionario no es la mejor para emprender.

Cómo superar el miedo a emprender en 5 pasos

Si quieres vencer al miedo a emprender, sigue estos pasos:

1. Identifica tus miedos

El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo. El segundo, es identificarlo.

Ya sabes que tienes un problema así que ahora toca conocerlo a fondo.

No es agradable enfrentarte a tus miedos pero es necesario para superarlos.

¿Tienes miedo al fracaso? ¿Al qué dirán? ¿Al éxito?

2. Ponte en la peor situación

¿Qué es lo peor que podría pasar si tu proyecto sale mal?

Aquí es importante ser realista y dejar el drama para las telenovelas.

Lo peor que puede pasar es que pierdas dinero y dediques tiempo a aprender lo que no funciona.

«No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla», Thomas Alva Edison

Te puedo asegurar que se aprende más de los fracasos que de los éxitos.

Así que no pasa nada si fracasas.

3. Visualiza tu objetivo

La visualización es una herramienta muy poderosa.

El cerebro necesita «materializar» ese objetivo que quieres conseguir.

Imagina qué pasaría si logras tus metas. ¿Cómo sería tu vida? No escatimes en detalles.

Empezar con el fin en mente es uno de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.

4. Habla con otros emprendedores

Si quieres estar más seguro y ahorrarte tiempo (y algún que otro batacazo), puedes hablar con emprendedores que ya lo hayan conseguido.

Busca personas que estén donde tú quieras estar. No hace falta que sean de tu sector, aunque sí es así, todavía mejor.

Conversar con alguien que ha vivido lo que te espera por delante siempre facilita mucho las cosas.

Puedes optar por apuntarte a un grupo de mastermind.

5. Emprende de una p… vez

Se puede decir más alto pero no más claro.

Déjate de escusas y pasa a la acción.

Las personas de éxito son personas de acción.

Si te quedas tirado en el sofá pensando si hacerlo o no, es imposible que lo consigas.

El mundo es de los valientes.

No siempre el problema es el dinero

Vamos a imaginar a una persona con quien estoy hablando para venderle un servicio en 2.000 euros y esta persona me dice: «no, es demasiado caro».

Resulta que esta persona está hipotecada y paga 1.500 euros de hipoteca al mes, se acaba de comprar el último modelo de BMW y además está puesto a la última moda en los productos de Apple, etc.

Como puedes ver, no es que esta persona no tenga el dinero.

Se trata de que esta persona no ha visto el valor que había en mi propuesta de valor y esto es una cuestión de prioridades.

Tienes que entender muy bien que los precios nunca van a ser el problema, puedes vender lo que sea, a quién sea, al precio que sea.

¿Cuánto cuesta un bolso?

Esto dependerá si es un bolso de Louis Vuitton o no o si es un bolso de los chinos que puedes encontrar en un bazar todo a un euro.

¿Cuánto vale un coche?

Más de lo mismo.

¿Cuánto vale un servicio de consultoría?

Si trabajas con emprendedores, a lo mejor vendes una web por 500 euros, mientras que las  agencias la van a vender a 50.000 euros.

El precio es irrelevante.

Lo que sí es relevante es el valor percibido por tus clientes potenciales.

El valor percibido, son dos cosas:

  • La promesa que estás haciendo: y esto tiene que ser súper atractivo para ellos, porque si no se visualizan en una situación de futuro mucho mejor que lo que es su situación actual, probablemente no van a decidir actuar para cambiar su vida.
  • Tu propia capacidad de convencer, ser capaz de generar resultados con la promesa que estás haciendo. Y esto se basa en tu autoridad, tu capacidad en temas sociales y tu capacidad de ir generando resultados en el mercado año tras año.

Y esto es lo que realmente tienes que entender.

Tienes que aportar valor y encontrar personas que perciban el valor que estás ofreciendo.

De tal forma que ellos tomen la decisión de adquirir de manera natural tu producto o servicio.

Deja de pensar que el precio es un problema para vender

Cuando crees que poniendo precios más bajos vas a vender más, te pasa exactamente lo contrario, haces dudar sobre tus servicios a tus posibles clientes.

Entiende que tu impostor se nutre de tus miedos.

Yo te recomiendo afrontar un problema real.

A partir de ahí tienes que buscar clientes potenciales que realmente sepan menos que tú sobre este asunto.

De tal forma que tú les vas a poder acompañar en la solución de este problema. En vez de preocuparte por tus precios deberías obsesionarte por tu capacidad de generar resultados para tus clientes.

Y si no tienes ni idea de qué tipo de nicho de mercado podías elegir para arrancar, déjame darte una idea, estamos en el momento de la trasformación digital.

De las personas y de los negocios, con lo cual, cualquier actividad relacionada con aliviar la complejidad tecnológica para tus clientes, en los procesos de ventas, en los procesos de entrega o en los procesos de gestión.

Es algo que de cajón va a encontrar mercado.

No tengas miedo a emprender

Especializa tu oferta y tratar de buscar cinco clientes para ofrecerles tus servicios.

Que sea un servicio relativamente sencillo que se pueda entregar en dos semanas como mucho.

La idea es darles algo que sea de valor a cambio de un testimonio.

Entonces trabajaría gratis para cinco clientes para conseguir cinco testimonios potentes y ya tendría preparado el servicio de continuidad.

Después de este aperitivo de dos semanas que les das a estos clientes, debes intentar venderles, una vez que ya te han visto trabajar y que están convencidos de que puedes conseguir resultados para ellos.

Puedes hacerles pagar ya.

Por ejemplo, si eres trafficker digital y estás trabajando con un servicio de publicidad de Facebook Ads, en este caso trabajaría dos semanas gratis demostrando que tengo capacidad de generar leads y clientes para ellos.

Y justo después le plantaría mi tarifa es de 500 euros al mes y hay que pagar mes a mes, pero con un compromiso mínimo de seis meses.

Luego lo que haría para captar los diez siguientes clientes.

Siguiente fase: sería poner un precio que sea el precio ideal que quisiera tener para mis servicios.

Por ejemplo, de nuevo, volviendo a este ejemplo de los servicios de Facebook Ads, a mí me gustaría a medio plazo cobrar 1.500 al mes.

Entonces pondría este precio, lo tacharía y lo vendería con un descuento del 50%, 750 euros al mes.

Es una oferta de lanzamiento para los 10 primeros clientes.

Y ahí ya te sentirías más cómodo para vender a este precio, mientras irías aprendiendo y afinando el método de entrega.

Obsesiónate con que estos diez clientes consigan resultados y a partir de ahí quita el descuento.

De esta forma, ya llevarías tres o seis meses comunicando al mercado que es precio final es de 1.500 al mes, pero que estamos de lanzamiento.

Puede hacerse poco a poco, pero teniendo claro que tienes que afrontar la situación real y no dejarte vencer por el impostor que llevas dentro.

Porque si aplicas tarifas demasiadas pequeñas, te metes en un camino del que te será muy complicado salir con vida.

Así que tengo una pregunta para ti, ¿vas a dejarte vencer por el impostor que todos le llevamos dentro o le vas a callar la boca?

Dime, que por lo menos vas a intentarlo, poniendo unos precios justos para el valor que estas aportando al mercado.

Si quieres dejar a un lado tus miedos y emprender, apúntate a este webinar.

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