Tipos de blog: ¿cuántos existen y cuál elegir?

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Un blog es el primer recurso digital que deberías plantear poner en marcha para trabajar tu marca personal, dar a conocer tu negocio y demostrar lo que sabes y puedes aportar con tu propuesta.

Es una herramienta adecuada para presentarte como una autoridad en tu área. Además, puedes llegar a monetizarlo y hacer negocio.

Día a día, artículo a artículo, el blog se convierte en la plataforma por la cual aportarás valor a los usuarios y, como una hormiguita, escalarás puestos en posicionamiento: desde una perspectiva SEO, en Google; y también en la mente de tus lectores.

¿Qué tipos de blog existen? 

Los blogs se clasifican según el uso que se le puede dar a cada uno de ellos. A su vez, los blogs pueden ampliarse en nuevas ramas, pero principalmente se establecen cinco tipos:

  • Personales
  • Corporativos
  • Profesionales
  • Temáticos
  • Comerciales
  • De nicho

A partir de aquí, las combinaciones para crear un blog son múltiples, pero analicemos primero las características de cada tipo de blog.

Tipos de blog

Un blog es una herramienta muy polivalente, que no tiene una estructura limitada y, por lo tanto, ofrece numerosas oportunidades para desarrollar la forma de comunicarse con su audiencia de forma totalmente personalizada.

Veamos las características generales de los blogs según su tipo.

Blog personal

Como el propio término indica, este tipo de blog recogen las vivencias personales de su autor.

El formato es completamente libre y puede ser desde un diario, hasta un repositorio de relatos, un lugar donde se recogen experiencias y opiniones personales, etc.

Compartir experiencias y opiniones personales en torno a una temática concreta puede hacer que seas considerado una autoridad en tu área, un influenciador.

Este factor se puede convertir en decisivo para incluso llegar a desarrollar una vía de ingresos a través del blog, por medio de patrocinios, publicidad, guest posts, etc.

No son pocas las personas que han comenzado con un blog personal y desarrollar alguna de sus pasiones por medio de este ha derivado en que ha llegado a convertirse en su profesión.

Así que si lo que te mueve es una inquietud personal, no desaproveches la ocasión.

Blog corporativo

El blog corporativo es la herramienta de una marca o empresa para dirigirse a su audiencia. Por ello, su enfoque es informativo y subraya los productos y/o servicios que ofrece y muestra sus valores.

El objetivo principal del blog corporativo es informar y ofrecer contenidos útiles que demuestren a su audiencia los beneficios de la oferta, el conocimiento que se tiene sobre la temática.

Pero no la venta en primera instancia.

Haciendo una comparación con el entorno físico, el blog corporativo sería ese dependiente especializado al que se le consultan sobre los temas relacionados, que está ahí para ofrecer consejos.

Esos contenidos van enfocados a optimizar, aprovechar al máximo y mostrar la aplicación de los productos o servicios de la marca y, así, servir de primera toma de contacto para los posibles nuevos clientes; y como herramienta de fidelización para los clientes actuales.

El blog corporativo, aunque a priori parezca una herramienta de segundo nivel, en realidad es un recurso al que se le debe prestar atención, porque se puede convertir en la herramienta que da soporte a los demás canales de la empresa, como el ecommerce o la atención al cliente.

Por ejemplo, el blog de una empresa de herramienta de jardinería hablará sobre plantas y flores de temporada, cómo realizar diferentes técnicas, trucos, ofrecerá guías prácticas de temas relacionados, etc.

Blog profesional

El blog profesional tiene los mismos objetivos que el corporativo, pero al tratarse de un profesional, tiene también tintes más personales.

Su objetivo es despertar el interés de la audiencia sobre los productos y/o servicios que el profesional ofrece, desarrollar su marca personal y crear una comunidad alrededor.

Y, como en el caso del blog corporativo, es el canal por el que se demostrará la autoridad sobre el tema que trate.

Uno de los retos de los blogs profesionales es diferenciarse de otros que son su competencia y conseguir así destacar.

Es ideal para crear negocios para emprender en casa.

Blog Temático

La propia palabra lo indica, este tipo de blogs hablan sobre un tema en concreto.

Suelen ser temas muy específicos y son corales, participan varios autores, que son especialistas en la materia.

Los blogs temáticos demuestran que los autores de los artículos que recogen tienen conocimientos avanzados sobre ello.

Participar en este tipo de blogs es una forma de demostrar la autoridad sobre el tema y convertirse en una autoridad.

Por ejemplo, existen blogs temáticos sobre temas informáticos, programación, diseño, etc.

Blog comercial

Este tipo de blogs vende productos o servicios de algún tipo concreto. Algunos de ellos van ligados a una tienda online, pero no es obligatorio.

El objetivo de los blogs comerciales es conseguir que los lectores terminen comprando lo que se ofrece, gracias a los posts en los que se habla de las características y beneficios de los mismos.

A menudo ofrecen incentivos, como promociones y descuentos.

La clave en los blogs comerciales es ofrecer contenido de interés y aportar, no quedarse simplemente en la capa más comercial.

Blog de nicho

El blog de nicho se centra en productos concretos, muy específicos de un tema concreto. Y su objetivo es posicionarse en los buscadores bajo esas búsquedas de los lectores.

La diferencia sutil en este caso radica en que intentan conseguir que los usuarios que busquen un término concreto en el buscador de Internet lleguen al blog.

La vía de monetización de este tipo de blogs es por medio de la publicidad y los productos afiliados.

Los blogs de nicho exigen una gran labor previa de análisis sobre los nichos más rentables, trabajar bien el SEO y búsqueda de palabras clave, etc.

¿Cómo elegir un tipo de blog?

Llegados a este punto, quizá te haya surgido la duda de cómo empezar y qué tipo de blog desarrollar.

Te ofrezco unas pautas para que analices diferentes factores y definas cómo quieres que sea tu blog. Intenta responder a estas preguntas para ir definiendo tu blog.

¿Tienes una pasión o un hobbie?

Quizá tengas una afición o hobbie que te apasione y en la que seas especialista. Si tienes grandes conocimientos en un área concreta, este puede ser el momento de ofrecer esos conocimientos en un blog.

Puedes aprovechar a seguir practicando esa actividad que te encanta y además divulgarla.

¿Destacas por alguna habilidad?

Quizá no sea un hobbie, pero tengas una habilidad o capacitación específica en la que eres referente.

Analiza qué podrías aportar en este aspecto y si te ves capacitado como para dedicarle un blog.

Piensa que, además, el blog te dará la oportunidad de seguir investigando sobre el tema y profundizando más, porque te hará falta para seguir ofreciendo contenidos. Así que es una buena forma de profundizar en esas habilidades.

¿Cuáles son tus objetivos?

Piensa en el objetivo principal que tienes para tu blog.

¿Quieres mostrar tu marca personal?

¿Se trata de un blog sobre un producto o servicios que ofreces?

¿A lo mejor solo quieres compartir todo lo que sabes sobre ese hobbie que te apasiona?

Indaga sobre esto y obtendrás la clave.

¿A quién te quieres dirigir?

Una vez aclarados esos dos primeros puntos, tendrás más claro a quién te diriges exactamente.

Se trata de construir tu buyer persona, aunque consideres que en este momento tu blog no vaya enfocado a la venta.

Ten en cuenta que tu blog no va dirigido a todo el mundo; no debería. Sino que tiene que ir específicamente enfocado al público al que te diriges exactamente.

Crea el perfil de ese lector ideal: quién es, qué hace, qué le gusta, qué le puedes ofrecer…

Eso te ayudará para después escribir pensando en esa persona.

Busca referencias e inspiración

Busca en Internet blogs de temáticas similares y define: qué te gusta de ellos que te pueda servir de inspiración; qué no te gusta, lo que no quieres repicar; y cómo diferenciarte de esos blogs para poder destacar entre ellos.

Esta tarea te ayudará también a definir tu propio estilo y buscar tu tono personal.

Crea un plan editorial

Tanto si se trata de un blog sobre un hobbie, como si lo que quieres es ofrecer tus servicios como freelance y potenciar tu marca personal, tienes que marcarte unas tareas para poder cumplir plazos y una programación efectiva.

Desarrolla una lista de palabras clave, temas de los artículos y plantéalos en un calendario.

Te será más fácil conseguir tus objetivos si sigues un plan preestablecido.

Si lo quieres desarrollar a nivel profesional, valida la temática

Si tienes claro que vas a iniciarte con un blog como recurso en tu actividad profesional, te felicito. Un blog es una herramienta estupenda para demostrar día a día el valor que puedes ofrecer a tus clientes, posicionar tu marca y, quizá, hasta conseguir monetizarlo.

Si el primero de los objetivos es ese, conseguir que el blog se convierta en una fuente de ingresos, es indiscutible que debes validar la temática antes, asegurarte que ese tema tiene búsquedas en Internet.

Es decir, que se trate de un nicho de mercado con garantías de rentabilidad.

Aquí la clave está en encontrar una temática con el nivel suficiente de búsquedas, pero que, a su vez, sea lo más específica posible.

¿Por qué?

  • Porque escribir sobre algo que no tiene búsquedas no tendría sentido.
  • Porque ser específico en un tema supone que vas a actuar enfocándote en el público interesado en esa temática en concreto y te será más fácil conectar directamente con sus problemas y dudas y darles solución. 

Para averiguar si ese nicho de mercado es rentable deberás analizar los siguientes puntos:

  • La popularidad de la temática.
  • El volumen de búsquedas de la temática. Realiza un estudio de palabras clave para saber si la temática tendrá un mínimo de demanda.
  • Análisis el CPC de las palabras clave. Busca las palabras clave por las que se paga más en coste por clic.
  • Comprueba si existe potencial para vender productos propios y/o de terceros.

Siéntete a gusto

Este quizá sea el punto más importante, porque si te sientes cómodo con lo que estás haciendo, todo fluirá y no te faltarán ideas.

El blog no puede convertirse en una tarea que te produzca desasosiego o ansiedad. ¡Disfrútalo!

El siguiente paso es ponerte a escribir y publicar tus primeros artículos.

Para ello te puede ayudar este artículo en el que te cuento cómo escribir un post.

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